Son una serie de técnicas que buscan potenciar los puntos fuertes y también mejorar los puntos menos favorables de una vivienda.
Principalmente se busca la despersonalización ofreciendo una visión ideal de la vivienda que resulte atractiva, y de esta manera atraer a todo tipo de clientes.
El objetivo es preparar la vivienda para la venta o el alquiler, de tal manera que el cliente se vea viviendo en ella, y para ello hay que causar una buena primera impresión, lograr que el cliente se emocione, que tenga unas sensaciones positivas, y que se vea viviendo en ella.